CAMBIO


Ayer, cambié los muebles de mi habitación de sitio. Donde antes estaba una cosa, ahora está la otra y viceversa. Todo un puzzle en apenas 10 metros cuadrados.

Algo parecido pasa con la inquilina que se aloja en el ático, encima de mis hombros. Esa cabecita, a veces alocada, otras sensata, por momentos distraída, pero siempre caminando por delante de la monotonía.


Cuesta darse cuenta de que hay algo que no encaja, quizás el color desafortunado de las cortinas, o esa mesa con la que siempre te tropiezas. Duele aceptar que lo que decoraste con precisión y mimo, lejos de hacerte sentir como en casa, te resulta, cuanto mínimo, ajeno.

Una mesa que no puede presumir de verte 20 minutos al día, una cama que en lugar de arropar tus sueños, los esconde bajo el colchón, una ducha que se lleva por el desagüe lágrimas rebeldes que siempre escapan cuando les da la gana y un espejo que te espera cada mañana, mendigando una sonrisa tímida, no obstante, eterna.

A veces, es tan fácil como percatarse de qué es aquello que desafina en la orquesta. Qué cuerda del violín es la que llora de forma insolente y se pasea desnuda y descalza en una noche tan desapacible.

Otras, basta con dedicarles un puñado de minutos a cada uno de tus "muebles". Colocar la sonrisa junto a la ventana, pasearla por cualquier callejón al que le sobran los segundos y le faltan los amigos para tomarse un café.

Sacudir la imaginación en el alfeizar, cerca de las estrellas y lejos del asfalto. Mover la indiferencia al rincón del fondo, donde están los zapatos sin tapas y ese vestizo que te hizo sentir princesa y del que no puedes desprenderte aunque ya no leas cuentos de hadas.

Cambiando y cambiando encontré un hueco para colocar un piano de cola. Él y yo, colgando de un universo sutil donde no necesito más para ser feliz. Tomo asiento, le miro a los ojos, con la tranquilidad de quien no necesita articular palabras para entenderse. Acaricio sus teclas y me dejo llevar por esa melodía arropada de lluvia que golpea la ventana y hace pacífico lo precipitado.

Me gusta la canción, ensayaré 10 minutos cada noche.....

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