Ven, acércate, da un paso firme colmado de prudencia que te ponga de nuevo en mi camino.
Toma mi mano y recuerda aquellas noches en las que era tu tabla salvavidas, tú acompañante de naufragio.
Desliza tus labios por mi cuello y deja que nuestros aromas luchen en un combate interminable, que caigan exhaustos en una cama, arropados por mantas de saliva y lujuria.
Ven y bebámonos los minutos hasta atragantarnos. Amémonos hoy sin el tiempo apuñalando nuestra alcoba.
Viajemos por horizontes anaranjados, tiñamos la aurora de colores cándidos y restreguemos en ellos nuestra pasión desbocada.
Ven y vete pronto.
que invitacion desenfrenada,sin limites,mas que el puñal del amanecer
ResponderEliminarbesos mujer
Invitaciones sin medir los minutos, sin ataduras, sin un mañana, y sin un ayer.....
ResponderEliminarSaludos ;)