AMANTE INOPORTUNA


Me tropecé. Con un día nublado que no tiene la culpa. Con miradas desconocidas que pueden ver dentro de mí, escudriñar mis miserias, reírse de ellas. 

Y te necesito, soledad. Ahogarme en tus abrazos, respirar de tu silencio, que me tortures con un beso de infinita frialdad. 

Átame a la cama, y cuéntame historias hasta que me doblegue el sueño. Acaríciame mientras duermo y píntame un arco iris de colores por si me despierto a media noche,  buscándote en el techo.

2 comentarios:

  1. ayy soledad,compañera de horas infinitas,que ensordecen con el silencio que provoca,pero que bien me acuna en su falda.
    es un encanto de vez en cuando encontrarse con nuestra soledad
    besos

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  2. La soledad a veces es una compañía "exquisita", siempre y cuando sea voluntaria.
    Gracias Carna.

    Besos

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