ABRAZO

Me abrazaste y el tiempo se detuvo. 
Un minuto con cincuenta y nueve segundos kamikaces que se apresuraron a huir como gotas de lluvia desorientadas que sin mejor opción para dormir, pasaron la noche en una alcantarilla.

Me hiciste prisionera de los latidos de un corazón que corre desbocado por calles llenas de paseos solitarios.

Me meciste en unos brazos serenos  y  se dulcificó el semblante agrio de la madrugada. 

Me abrazaste y me enseñaste que uno y uno no son dos, son uno.

2 comentarios:

  1. Uno y uno no son dos sino uno :)

    que bonito !

    Cuantos abrazos necesitamos a lo largo del día!

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  2. Hola kamar quiero decirte que me gusta mucho la profundidad y el sentimiento que le imprimes a tu escritura. Estoy seguro que si escribes pensando en alguien, se sentirá orgulloso de leerlo.
    Gracias por regalarnos tus palabra.
    EOB.

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