Y son esas
mañanas
sin oìr el
reloj.
Esas estaciones donde el tren
siempre parte dos minutos tarde
Esos cafés que ni fríos, ni calientes
Aquellos ojos que me miran y
no me sugieren nada
Y estos pies que sólo avanzaron dos baldosas
Y son esos ladrillos que me tapan el horizonte
Esos dedos que desenvuelven un caramelo de fresa
Esas bocas que escupen humo en el frío mes de Febrero
Aquellos cristales empañados que siempre esconden algo
Y este corazón kamikace
Lo es todo y es nada
mañanas
sin oìr el
reloj.
Esas estaciones donde el tren
siempre parte dos minutos tarde
Esos cafés que ni fríos, ni calientes
Aquellos ojos que me miran y
no me sugieren nada
Y estos pies que sólo avanzaron dos baldosas
Y son esos ladrillos que me tapan el horizonte
Esos dedos que desenvuelven un caramelo de fresa
Esas bocas que escupen humo en el frío mes de Febrero
Aquellos cristales empañados que siempre esconden algo
Y este corazón kamikace
Lo es todo y es nada
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