Si hoy no juegas, yo no juego. Ven, levanta, manchemos nuestros zapatos de barro.
Te voy a llevar a saltar por los tejados, cuidado!, hazlo de puntillas o sabrán que esta noche aún no nos hemos acostado.
Dibujaré de colores mil sonrisas en tu acera, para que te esperen a la puerta en esos días en los que las buscas, pero no las encuentras.
Y como niños de la mano, dormiremos al cobijo de nuestro cuento y una muñeca de trapo....
precioso,me traslado a mi infancia,y a mi adolescencia
ResponderEliminarun beso
Muchas gracias Carna! qué de magia había en esas edades...! un beso
Eliminar